jueves, 30 de diciembre de 2010

Haití

Niños en un campamento para personas que perdieron su hogar por el terremoto en Cité Soleil, en Port-au-Prince, Haití. 31 de octubre de 2010. (Foto de Spencer Platt – Getty Images).

Tengo la costumbre de guardar imágenes que me voy encontrando y que me parecen interesantes o motivadoras. 
Hoy intentaba hacer un poco de orden (algo siempre complicado) entre todas ellas y encontré estas dos fotos que ilustraban el drama que ha sufrido Haití desde el terremoto del 12 de enero de 2010. No hay edificios destruidos, ni se ven muertos ni nada de todas esas terribles consecuencias de un seísmo de tal magnitud en un país tan pobre…

Las guardé en su momento (y no las borré después) impresionado por la belleza de sus rostros y por la inmensa paz que me inspiran sus miradas, cargadas de una esperanza que a uno le cuesta entender de dónde nace y se alimenta, en medio de tanta desgracia.
Al mirar sus caras de nuevo hoy se me hiela la sangre al pensar que tal vez el cólera haya podido infectarles… y ahora ya no sean más que esto: una imagen y nada más. Ojalá que no sea así.

Nathalia Laborda, con un bebé de 10 meses, perdió a su marido en el terremoto y es una de las 4.000 personas que viven en el campamento de Santa Teresa en Petionville, Haití. 2 de agosto de 2010. (Foto de Essdras M. Suarez – Globe Staff).

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